El ajo blanco o ajoblanco es una sopa fría tradicional de Málaga, perfecta para los días calurosos. Esta versión con mango incorpora un toque de dulzura afrutado que realza su sabor fresco y cremoso, creando un plato sencillo pero sofisticado, ideal para sorprender en cualquier ocasión.
🥭 Ingredientes para 4 personas
| Ingrediente | Cantidad |
|---|---|
| Almendras crudas peladas | 10 g |
| Harina de almendras | 100 g |
| Mango maduro | 1 unidad (aprox. 200-250 g) |
| Agua fría | Un vaso y un trozo de hielo |
| Diente de ajo | 1 unidades |
| Aceite de Oliva Virgen Extra | 60 ml |
| Vinagre (de Jerez o vino) | 15 ml |
| Sal | 1 pizca |
| Para decorar | Almendra fritas, gambas, Sésamo negro, virutas de jamón ibérico, menta |
👩🍳 Elaboración paso a paso
Preparación de los ingredientes: Pela el mango y corta la pulpa en trozos. Para un sabor más suave, pela el diente de ajo y retira su germen central .
Triturar: Introduce en el vaso de una licuadora o batidora de alta potencia las almendras, la harina de almendras, los trozos de mango, el ajo, el agua muy fría y el hielo, el vinagre y la sal . Comienza a triturar y, sin dejar de batir, incorpora el aceite de oliva en un hilo fino para que la mezcla emulsione y adquiera una textura cremosa .
Lograr la textura perfecta: Tritura durante varios minutos (unos 3-5) hasta conseguir una sopa suave y homogénea . Si deseas una textura extremadamente fina y sedosa, pasa el ajoblanco por un colador o chino, presionando con la parte posterior de una cuchara .
Enfriar: Vierte el ajoblanco en una jarra o tapper y tápalo. Refrigéralo durante al menos 2 horas, o hasta que esté bien frío. Este paso es crucial para que los sabores se fusionen .
Servir: Sirve el ajoblanco bien frío en cuencos o platos hondos. Decora con un hilo de aceite Premium Verde Cañalacuevade, unas semillas de sésamo negro, almendras laminadas tostadas o unos pequeños trozos de mango fresco .
💡 Consejos profesionales para un resultado perfecto
Elección del mango: Para un resultado óptimo, el mango debe estar en su punto perfecto de madurez. Un truco es elegir una pieza que ceda ligeramente al presionarla y que desprenda un aroma dulce y intenso .
Control de textura: Si tras reposar el ajoblanco queda demasiado espeso, puedes aligerarlo añadiendo un poco más de agua fría y removiendo bien .
Toppings y acompañamientos: Este ajoblanco de mango es muy versátil. Además de las sugerencias de decoración, puedes servirlo con langostinos a la plancha , gambas , crujientes de jamón ibérico o incluso con bolitas de melón para un contraste de sabores aún mayor.
Conservación: Se conserva perfectamente en la nevera, en un recipiente tapado, hasta 3 días . También admite la congelación, aunque es preferible consumirlo fresco.

Esta receta de ajoblanco de mango es un claro ejemplo de cómo un pequeño giro innovador puede potenciar una receta tradicional, creando un plato lleno de sabor y frescura, perfecto para la cocina moderna. ¡Anímate a probarla y cuéntanos tu experiencia en los comentarios!
























